Entre 2010 y 2015 la editorial francesa Soleil publicó una serie de cómics de misterio y aventuras protagonizadas por el famoso personaje literario Sherlock Holmes, con guion de Sylvain Cordurié (n. 1968) y las ilustraciones del dibujante serbio Vladimir Krstic (n. 1959), conocido como Laci. Entre las aventuras a las que se enfrenta Holmes, algunas de las cuales transcurren en el periodo en el que según la obra de Conan Doyle el detective inglés estaba supuestamente muerto (El Gran Hiato, según este canon oficial), entre 1891 y 1894, se encuentra una titulada Sherlock Holmes et le Necronomicon, que en castellano se publicó en 2016 por la editorial 001 Ediciones con el título de Sherlock Holmes y el Necronomicón. Se trata de un cómic en dos números de 98 páginas ambientado en el año 1892, en el que Sherlock Holmes ha abandonado Londres. El detective ha adoptado
la identidad de Thomas Sigerson para poder participar en una misión
científica en el Círculo Polar Ártico, realizando así un viejo sueño.
Pero librarse del pasado no es fácil y representa una inesperada
amenaza. Las criaturas de las sombras son legiones. Después de los vampiros (su aventura anterior), Holmes se enfrenta a otro enemigo que
aparece como una figura familiar y desconocida al mismo tiempo. Empieza
un nuevo combate en el que el conocimiento se convertirá en la mejor
arma. Pero existen numerosos secretos en los que el hombre debería
protegerse y libros cuyas páginas nunca deberían ser ojeada. Una historieta llamativa y recomendable en la que, una vez más, como en la antología de relatos Sombras sobre Baker Street (2006), de la que escribí en esta entrada o en el cómic italiano titulado 221B Baker Street, London, 1927: Dr. J.H. Watson & H.P. Lovecraft (2014), del que hablé en esta otra entrada, el célebre Holmes tiene que hacer frente a las criaturas del universo de Lovecraft.
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