Ha llegado el final-rezaban aquellos hediondos garabatos-.No queda hielo...El hombre ha lanzado una mirada y ha salido corriendo.El calor aumenta por momentos y los tejidos no pueden resisrtir. Me imagino que lo sabe...lo que dije sobre la voluntad,los nervios y la conservación del cuerpo una vez que han dejado de funcionar los órganos . Como teoría era buena, pero no podía mantenerse indefinidamente. No conté con el deterioro gradual. El doctor Torres lo sabía, pero murió de la impresión. No fue capaz de soportar lo que hubo de hacer: tuvo que introducirme en un lugar extraño y oscuro, cuando hizo caso a lo que pedía en mi carta, y logró curarme. Los órganos no volvieron a funcionar. Tenía que hacerse a mi manera, ¿comprende?, pues yo fallecí en aquel entonces, hace dieciocho años.
Aire frío (1926).