En el periódico español ABC del 30 de agosto de 1988, apareció un artículo titulado Las presencias arcaicas, firmado por el escritor y poeta catalán Joan Perucho (1920-2003), un autor vinculado a la obra de Lovecraft, como ya señalé en esta entrada. Es un interesante texto de una página en el que Perucho aborda la vida del escritor de Providence y destaca su importancia dentro del panorama internacional de la literatura de terror. Entre otras afirmaciones, podemos leer lo siguiente:
H.P. Lovecraft es, sin duda, el autor contemporáneo más importante de la literatura de terror. Lo es por la dimensión extraordinaria que ha sabido dar a lo desconocido enraizándolo, más allá del espacio y del tiempo, en una mitología del cosmos. Su terror, pues, es un terror cósmico, y el lector, como sujeto pasivo de este terror y de esta mitología, no lo asume desde el ángulo individual de su personalidad, sino como representante específico del elemento humano, a dos pasos siempre de su destrucción por las fuerzas monstruosas y abominables que provienen del origen de lo creado. Hombre de una extraña cultura, poseía vastos conocimientos sobre lingüística, así como sobre química orgánica, matemáticas, cosmogonías relativistas y civilizaciones antiguas. Sin embargo, a pesar de este bagaje, no era un escritor de ciencia-ficción, ya que ésta se proyecta siempre hacia el futuro, mientras que los seres y el universo de Lovecraft son regresivos y se retrotraen a un pasado fabuloso y mítico. El sueño, como forma ideal de conocimiento, es precisamente la clave de Lovecraft, pues en realidad, desde su casa, 10 Barnet Street, en Providence, viajó por todos los países reales o imaginarios. (...) Afirmaba Lovecraft que todos sus relatos, a pesar de ser muy diferentes entre sí, se basaban en la idea central que antiguamente nuestro mundo fue poblado por otras razas, las cuales, a causa del hecho de haber practicado ritos execrables, perdieron sus conquistas y fueron expulsadas del planeta, aunque continúan viviendo en el exterior, dispuestas constantemente a volver y apoderarse de la tierra aniquilando a los seres humanos creados por ellas, no sabemos si por farsa o por error («by jest or mistake»).
En «La poesía y los dioses», Lovecraft transcribe unos versos alusivos a las presencias arcaicas:
:«El movimiento de la luz entre los sauces
A través de las aguas negras
Los mosaicos de las tumbas y los templos en ruinas
Lanzan destellos resplandecientes
El cielo se cubre de nubes
Como las escamas de un dragón.»
Estas son las presencias arcaicas que, desveladas de su insondable letargo, habrán de aniquilar al mundo así como las sonrisas de la faz de los hombres. Sólo quedarán cavernas hediondas y signos manifiestos de perversidad.
Podéis leer el texto completo en este enlace.