En 1986 salió a la venta un videojuego japonés desarrollado por Nintendo que se convertiría en un clásico inmortal: The Legend of Zelda. Hasta la actualidad, este juego en el que el joven caballero Link vive una serie de aventuras para rescatar a la princesa Zelda, ha sacado 16 ediciones y su franquicia incluye una serie animada de televisión de 1989, así como numerosos manga, novelas y libros, enriqueciendo un universo muy complejo y lleno de referencias a otras obras. De hecho, en el videojuego Majora's Mask (2000), sexta entrega de la serie, podemos encontrar algunas referencias a la obra de Lovecraft. El juego tiene lugar en Términa, una versión alternativa del emplazamiento habitual de la serie, el reino de Hyrule. Allí, un Skull Kid ha robado la «Máscara de Majora», un poderoso y antiguo artefacto. Bajo su influencia está provocando estragos entre los ciudadanos y amenaza con destruir el mundo lanzando la luna sobre éste en un corto periodo de 72 horas.
La Máscara que da título al juego actua de una forma muy similar a Nyarlathotep, sembrando el caos y intentando causar el fin del mundo. Es notable el hecho de que toma varios avatares distintos (el niño lunar, la Máscara, la Encarnación y el Mago, si no contamos a Skull Kid).
Los gigantes antiguos, quienes yacen durmiendo en los cuatro puntos de Términa, tienen las caracteristicas de dioses antiguos similares a las de los Arquetípicos. El vendedor de La Máscara Feliz es un hombre enigmático y misterioso, constantemente tiene una actitud pasivo-agresiva, y sin duda está loco. Al igual que Abdul Alhazred, el árabe loco autor del Necronomicón ha viajado por el mundo buscando objetos malditos y adquiriendo sabiduría oculta y en sus viajes perdió su estabilidad mental.
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