LA PENUMBROSA FANTASÍA DE LOVECRAFT

 

 

En el número 378, con fecha del 9 de septiembre de 1967, de una de las más prestigiosas revistas culturales de la España franquista, La Estafeta Literaria, que se publicó entre 1944 y 2001, y entre cuyos directores durante varios años se contó al poeta granadino Luis Rosales (1910-1992), amigo de García Lorca, apareció un artículo titulado La penumbrosa fantasía de Lovecraft, firmado por el escritor Alfonso Álvarez Villar (n. 1930), un autor pionero de la ciencia ficción y la fantasía española. Este texto de una única página llama la atención por cuanto en una época en la que la obra de Lovecraft apenas era conocida en España se analiza entre las páginas de una revista de tanta relevancia como La Estafeta Literaria, y en el que se afirma que Lovecraft fue un místico incomprendido que bebió en las fuentes sombrías del gran Edgar Allan Poe. (...) Arqueólogo de extrañas civilizaciones desaparecidas, captador de los extraños ritmos cósmicos que circundan nuestro planeta, sus visiones son una llamada a la irrealidad. (...) Los relatos de Howard Phillips Lovecraft revelan, en primer término, una nostalgia infinita por el pretérito y vibra también en ellos el pavor religioso ante lo que se halla fuera de nuestra esfera sublunar. Allá en el pasado y allí en los espacios interplanetarios existen poderas energías malignas o benignas que están a punto de desbordarse sobre el presente y sobre el futuro del planeta Tierra. (...) Lovecraft fue, en efecto (y en esto superó a su predecesor Edgar Allan Poe) el apologeta de las tinieblas, el irascible guardián del Recinto Secreto. Quiso llevar de su mano a los soñadores como él; a ellos solos les enseñó las negras regiones en donde hilan el destino de los hombres las Madres, que visitó el Fausto de Goethe. Sus obras y no sus apócrifos tratados de alquimia y de teosofía ("Necronomicón", por ejemplo), que algunos de sus más ingenuos admiradores intentaron descubrir en las bibliotecas, siguen siendo hoy la píldora mágica que nos permite trascender los límites de nuestra realidad.

Podéis ver la revista completa digitalizada en este enlace.