martes, 6 de octubre de 2020

GILGAMESH EN EL INTERIOR

 




En julio de 1986 apareció publicada en la famosa revista de ciencia ficción Asimov´s Science Fiction, fundada en 1977 y que homenajeaba a uno de los maestros del género, Isaac Asimov, una novela corta titulada Gilgamesh in the Outback (algo así como Gilgamesh en el interior), de otro de los grandes del género: el estadounidense Robert Silverberg (n.1935), autor de docenas de novelas y ganador de varios premios Hugo y Nébula. Precisamente esta obra recibió en 1987 el Premio Hugo a la Mejor Novela Corta. Se trata de una obra que pertenece a la serie Heroes in Hells, una colección de libros creada y editada por Janet Morris a partir de 1986 y escrita por ella, Chris Morris, C.J. Cherryh y otros autores, cuya premisa gira en torno al infierno, que se convierte en un escenario en el que todas los personajes interesantes de la historia (reyes, gobernantes, artistas, escritores, científicos...) pueden reunirse para continuar la búsqueda incesante de sus diversos fines; así, varios autores escriben historias en un entorno común, generalmente apegándose a sus propios personajes pero colaborando hasta cierto punto en el desarrollo del trasfondo común, y posiblemente haciendo referencia a las adiciones de los demás y los eventos en sus historias. Todo el concepto es similar a cómo funcionan los universos compartidos de cómics y, por supuesto, es una versión algo más estructurada y organizada de cómo surgieron los Mitos de Cthulhu. Esta obra es una continuación de Gilgamesh the King y cuenta cómo el semilegendario rey Gilgamesh, soberano de Uruk y héroe de la mitología mesopotámica, tiene un encuentro con dos de los escritores más destacados de la literatura pulp: Robert Howard y H.P. Lovecraft, que son enviados al infierno como emisarios del rey de Inglaterra Enrique VIII, como señala este pasaje de la obra:

Los dos habían estado viajando por los interminables yermos resecos del interior durante muchos días, cuántos, ni siquiera los Dioses Mayores podían decir. Eran embajadores, estos dos: Sus Excelencias Robert E. Howard y H.P. Lovecraft del Reino de la Nueva Santa Su Diabólica Inglaterra, enviados de Su Majestad Británica Enrique VIII a la corte del Preste Juan. 

Se puede encontrar un análisis de la obra en inglés en este enlace.

No hay comentarios:

Publicar un comentario