En 2016 la escritoria malaya Cassandra Khaw (n. 1984) comenzó a publicar una saga de novelas cortas protagonizadas por un detective privado que se enfrenta a terrores cósmicos titulada Persons non grata. Hasta el momento, se han publicado dos obras: Hammers on bone, en 2016, por la editorial St. Martins Press, y A Sonf for Quiet, en 2017, también publicada por el mismo sello. El primer relato, de 110 páginas, narra la historia del detective Persons, el protagonista, quien es contratado por el joven Abel para que mate a su padrastro
para que deje de maltratarlos a él y a su madre. El padrastro es algo más que un simple
maltratador, su naturaleza abominable no es del todo humana, como
rápidamente deduce Persons. Presentando así la naturaleza inhumana del
maltratador de forma alegórica y literal al mismo tiempo. Con una prosa
cortante, llena de alusiones sensoriales y texturas descritas de forma
breve pero contundente, este primer relato es un híbrido de noir
y terror cósmico, que recuerda a las aventuras de Harry D’Amour en los cuentos y novelas de Clive Barker.
En el segundo relato, de 105 páginas, Persons tiene un papel secundario, pero igualmente importante. Igual que hizo Matt Ruff con su novela Territorio Lovecraft, Khaw le da la vuelta al racismo presente en algunas historias de Lovecraft, para denunciarlo a través de su protagonista, un saxofonista que guarda dentro de sí una terrible canción. El músico con habilidades sobrenaturales es un tema clásico que Khaw mezcla con elementos lovecraftianos, como hiciera el propio Lovecraft en el cuento La música de Erich Zann.
En el segundo relato, de 105 páginas, Persons tiene un papel secundario, pero igualmente importante. Igual que hizo Matt Ruff con su novela Territorio Lovecraft, Khaw le da la vuelta al racismo presente en algunas historias de Lovecraft, para denunciarlo a través de su protagonista, un saxofonista que guarda dentro de sí una terrible canción. El músico con habilidades sobrenaturales es un tema clásico que Khaw mezcla con elementos lovecraftianos, como hiciera el propio Lovecraft en el cuento La música de Erich Zann.
Aunque estas dos novelas cortas no han sido publicadas en castellano, se puede encontrar en catalán en un volumen titulado Persons non grata publicado en 2019 por la editorial Mai Més y traducidas por Ernest Riera, como podéis ver en este enlace.
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