jueves, 20 de septiembre de 2018

LOVECRAFT Y LA MONTAÑA MONADNOCK







Henry David Thoreau.

Ralph Waldo Emerson.

El Monte Monadnock es una montaña que se encuentra en New Hampshire (Estados Unidos) y es muy conocida por ser mencionada en las obras de dos grandes escritores y filósofos del siglo XIX de este país: Ralph Waldo Emerson (1803-1882) y Henry David Thoreau (1817-1862), ambos naturales de Massachusetts. Es el pico montañoso más prominente en las Montañas Blancas de New Hampshire y los Berkshires de Massachusetts, y con 965 metros de altura, el Monte Monadnock es casi 300 metros más alto que cualquier otro pico montañoso en un radio de 47 km y se eleva unos 600 metros por encima del paisaje circundante. El Monadnock, ubicado a 95 km al noroeste de Boston y 60 km al suroeste de Concord, se encuentra entre las ciudades de Jaffrey y Dublin, New Hampshire. Esta montaña tan conocida en Nueva Inglaterra no solo inspiró a Emerson y a Thoreau, sino a otro destacado escritor de la región: Lovecraft, quien en 1917 escribió un poema que apareció publicado en la revista The Vagrant y que llevaba el largo título de On Receiving a Picture of ye Towne of Templeton, in the Colonie of Massachusetts-Bay, with Mount Monadnock, in New-Hampshire, shewn in the Distance (To Templeton and Mount Monadnock), aunque se resume como To Templeton and Mount Monadnock (A Templeton y Monte Monadnock). Se trata de un poema de 22 versos escrito en el peculiar estilo de Lovecraft del inglés antiguo en el que ensalza la majestuosidad y el simbolismo de la montaña, y que podéis leer en original bajo estas líneas:

In peace beneath the crystal summer skies,
Behold the spires of Templeton arise;
Among the green and grove-deck’d mead expands,
Whilst vary’d blossoms tint the smiling lands.
Pleas’d with the beauties of the blest domain,
No Goldsmith long could mourn sweet Auburn’s plain;
The rural grade Old England lov’d to view,
Here blooms again, transplanted to the New!
The rip’ning corn along the furrow’d leas
Nods in the sun, and dances in the breeze;
In stately elm and stout-lim’d oak we trace
Th’ enduring glories of New-England’s race.
Can ancient bliss from such a scene depart,
Or dull decadence pain the pensive heart?
Can with’ring change ancestral shades o’er-ride,
And aliens live where study Saxons died?
May fav’ring fate a kindly respite lend,
And keep the vale untainted to the end!
Look to the north where Grand Monadnock’s height
Enchains the fancy, and rewards the sight;
Such rock-ribb’d hills our own New-England gave
To mould her sons as rugged and as brave.
Ancient Monadnock! Silent pine-girt hill,
Whose majesty could move a Whittier’s quill;
Whose distant brow the humbler pen excites;
Whose purpled slope the raptur’d gaze invites;
Stand thou! Great Sentinel, though nations fall –
In thee New-England triumphs over all!



Una reciente traducción al castellano de este poema, a cargo de Francisco Arellano, se incluyó en el volumen El cáncer de la superstición. Miscelánea II, publicado en 2018 por la Biblioteca del Laberinto, que contiene una serie de textos de Lovecraft inéditos en castellano, segundo volumen del libro La vida privada de H.P. Lovecraft que comenté en esta entrada, y que reseñaré en los próximos días.


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