miércoles, 1 de agosto de 2018

EL TESTAMENTO DE CARNAMAGOS






En 1934 Clark Ashton Smith introdujo un nuevo libro prohibido en el vasto universo de los Mitos de Cthulhu, en un relato titulado Xeethra, que está ambientado en un futuro muy distante en Zothique, aunque jugó un importante papel en otro relato, El que pisa el polvo (The Treader of the Dust), publicado en la mítica revista Weird Tales en 1935; un volumen muy antiguo que lleva por título Testamento de Carnamagos. El relato, uno de los más importantes de Smith dentro de la mitología lovecraftiana, introduce también a otra criatura abominable de los Mitos, un Primigenio llamado Quachil Uttaus, una especie de polvo cósmico capaz de reducir a cenizas a todo el tejido vivo que entre en contacto con él. De manera confusa, aunque el primer relato mencionado transcurre en un lejano futuro, El que pisa el polvo tiene lugar en la época contemporánea de Ashton Smith (la década de 1930). El libro ofrece una descripción del mencionado Quachil Uttaus, entre otros. Solo se conocen dos copias, aunque una fue destruida por la Inquisición española en el siglo XIII. La única copia restante está encuadernada en piel de tiburón, y sujeta con cierres de hueso humano. En un momento del relato, que podéis leer en castellano en este enlace, se describe de esta manera este volumen ficticio y blasfemo:
Ahora, mientras permanecía en un estado mitad terror mitad estupor, sus ojos se sintieron atraídos hacía el libro mágico ante él: los escritos de aquel maligno sabio y vidente, Carnamagos, que habían sido recuperados hacía mil años de una tumba greco-bactriana, y transcritos por un monje renegado del griego original, con la sangre de un monstruo concebido por un incubo.
En ese volumen estaban las crónicas de grandes hechiceros de edad, y las historias de demonios terrenos y ultra-cósmicos, y los hechizos verdaderos con los que los demonios podían ser llamados y controlados y expulsados. Sebastian, un profundo estudiante de semejante saber, creyó durante mucho tiempo que el libro era una mera leyenda medieval; y se sobresaltó tanto como se alegró cuando encontró esa copia en los estantes de un mercader de manuscritos viejos e incunables. Se decía que sólo han existido dos copias, y que la otra había sido destruída por la Inquisición Española en el siglo trece.


El dios Quachil Uttaus.

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