En 1960, como reseña de la reciente publicación de un volumen recopilatorio de relatos de terror y fantasía del escritor y poeta estadounidense Conrad Aiken (1889-1973), que coincidió en el tiempo con Lovecraft y publicó muchos de sus relatos en revistas pulp como él, aunque no llegaron a entablar amistad ni a conocerse, un volumen titulado The Collected Short Stories of Conrad Aiken (The World Publishing Company, New York, 1960), el famoso crítico y escritor John Updike (1932-2009), ganador de dos Premios Pulitzer y autor de centenares de novelas, cuentos, ensayos y artículos de prensa, escribió un texto bajo el título Snow from a Dead Sky (Nieve desde un cielo muerto), que apareció en el número del 28 de noviembre de 1960 de la revista The New Republic y que luego se incluyó en el volumen Assorted Prose en 1965, que recogía los primeros artículos periodísticos de Updike. En el texto, muy breve pues apenas ocupa una página de la citada revista, Updike hace un análisis de los relatos de Aiken, y llega a mencionar indirectamente a Lovecraft, un autor que en aquella época solo era objeto de estudio por parte de una minoría de la crítica especializada, y eran muy pocos los que lo consideraban un escritor destacado y su obra relevante o digna de ser leída. Entre otras cosas, Updike escribe lo siguiente:
Las historias
sobre la muerte, concebidas como una incoherencia etérea que bombardea
nuestra humanidad desde todos los ángulos, son las más estridentemente
originales y explican su reputación como escritor de sofisticadas
historias estremecedoras. Pero él está lejos de un fabricante de fantasmas como HP Lovecraft; el horror de la ficción de Aiken no reside en la posibilidad de que existan otros mundos sino en la certeza de que no existen.
En el texto en original en inglés Updike llama a Lovecraft spook-monger, que se puede traducir como lo he hecho yo, fabricante o creador de fantasmas. Así que esa era la simple opinión que tenía Updike del maestro de Providence.
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