En 1972 la editorial española Planeta publicó el libro Historias secretas de balnearios con un Lapidario portátil, del escritor catalán Joan Perucho, ya mencionado en varias ocasiones por sus conexiones literarias con Lovecraft, como en esta reciente entrada. Con un prólogo del prestigioso medievalista español Martín de Riquer (1912-2013), esta obra de 176 páginas reúne una colección de crónicas imaginarias y fantasiosas de historias inventadas ocurridas en balnearios, un entorno festivo, vacacional y de relajación, en el que se supone que la aristocracia y la alta burguesía bajaban la guarida, abandonaban las imposturas y se mostraban tal y como eran. Además, contiene una obra llamada Lapidario portátil, que Perucho comenzó a publicar en el periódico La Vanguardia en abril de 1970, en el que hacía un repaso a las propiedades mágicas y secretas de distintos minerales, relatando del mismo modo breves historias ficticias, con tono irónico y divertido. Entre las piedras, cabe destacar algunas que contienen menciones a Lovecraft, un autor al que Perucho solía homenajear con frecuencia. Entre ellas, la primera del listado, que dice así:
«Arabicus». Piedra blanca. Muy parecida al marfil, reduce las formas gelatinosas de los «tulús», que son unos seres extraterrestres. Aparte del escritor H. P. Lovecraft, se refiere a ella el sabio árabe Al-Buruyu en su tratado «Los que vigilan», como así está consignado en el reciente libro «Los mitos del Cthoulú», de R. Llopis. Cuenta el árabe que, hallándose un día en su cámara perfumándose con esencia de benjuí, le entró por la ventana uno de estos seres abominables y a punto, estuvo de perder la vida estrangulado, cosa que evitó gracias a la maravillosa piedra.
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