En 2018 la editorial española Distinta Tinta (aquí su página web) sacó a la venta una antología de relatos y poemas de Robert Barlow, el amigo y albacea literario de Lovecraft, titulada La noche del oceáno y otros cuentos. Se trata de un libro de 256 páginas que por primera vez nos ofrece en castellano algunos de los mejores relatos de Barlow, el joven amigo del escritor de Providence al que conoció en 1931, con apenas 13 años, y cuya vida cambió por completo al comenzar una amistad con su admirado colega. Con una introducción de Amparo Montejano de El Círculo de Lovecraft y José Luis de Rojas, de la Universidad Complutense de Madrid, recoge algunos de los textos más importantes de Barlow, incluyendo el que da título a la obra, La noche del océano, escrito en colaboración con Lovecraft en 1936. Aquí tenéis la sinopsis oficial de la obra, que se puede adquirir en este enlace:
(1918, Leavenworth – 1951, Ciudad de México) Robert Hayward Barlow
fue un autor estadounidense, poeta de vanguardia, antropólogo e
historiador del México prehispánico.
Tras una infancia triste y solitaria, en junio de 1931 contactó con el escritor H. P. Lovecraft, de quien era un auténtico seguidor. Esta carta fue el principio de una curiosa amistad que cambió la vida de Barlow y también la de Lovecraft. Barlow se ofreció a transcribir los manuscritos de Lovecraft, escribió historias que el escritor revisó, compusieron poemas de rimas complejas, remaron en el lago que había detrás de su casa, fue todo un descubrimiento para Lovecraft que consideró a Barlow como el niño más versátil que había conocido.
Lovecraft murió muy pocos años después de conocerse, en 1937, y nombró a Barlow albacea de sus manuscritos, pero otros alumnos no lo respetaron y demandaron los papeles, alejándole del mundo literario.
Barlow comenzó un periodo de intensa actividad académica y consiguió una plaza de profesor de antropología en la Universidad de la Ciudad de México. Parecía que había abandonado la fantasía por la realidad, aunque leyendo sus artículos y sus cuentos, parece que más bien habían llegado a una extraña unión.
A finales de 1950 se suicidó dejando una nota escrita en maya: “No me molesten, quiero dormir por mucho tiempo”, así acababa la vida de este poeta, escritor y antropólogo, prácticamente en el olvido, mientras la reputación de Lovecraft como maestro del horror fue creciendo. Vivió el gran sueño de Lovecraft siempre con los pies en la tierra, siempre interesado en la realidad y tomando nota de cómo eran realmente los demás, más que imaginando seres horribles.
Tras una infancia triste y solitaria, en junio de 1931 contactó con el escritor H. P. Lovecraft, de quien era un auténtico seguidor. Esta carta fue el principio de una curiosa amistad que cambió la vida de Barlow y también la de Lovecraft. Barlow se ofreció a transcribir los manuscritos de Lovecraft, escribió historias que el escritor revisó, compusieron poemas de rimas complejas, remaron en el lago que había detrás de su casa, fue todo un descubrimiento para Lovecraft que consideró a Barlow como el niño más versátil que había conocido.
Lovecraft murió muy pocos años después de conocerse, en 1937, y nombró a Barlow albacea de sus manuscritos, pero otros alumnos no lo respetaron y demandaron los papeles, alejándole del mundo literario.
Barlow comenzó un periodo de intensa actividad académica y consiguió una plaza de profesor de antropología en la Universidad de la Ciudad de México. Parecía que había abandonado la fantasía por la realidad, aunque leyendo sus artículos y sus cuentos, parece que más bien habían llegado a una extraña unión.
A finales de 1950 se suicidó dejando una nota escrita en maya: “No me molesten, quiero dormir por mucho tiempo”, así acababa la vida de este poeta, escritor y antropólogo, prácticamente en el olvido, mientras la reputación de Lovecraft como maestro del horror fue creciendo. Vivió el gran sueño de Lovecraft siempre con los pies en la tierra, siempre interesado en la realidad y tomando nota de cómo eran realmente los demás, más que imaginando seres horribles.
Por primera vez en español, en esta recopilación de relatos y poemas
nos adentramos en su faceta de contador de cuentos: ficción surrealista
de gran calidad dentro del horror cósmico y lo extraño, todo con gran
viveza y anticipando los dioses prehispánicos, las selvas y los finales
de las civilizaciones que estudiaría más tarde.
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