A lo largo de su vida Lovecraft, además de sus obras, se dedicó a escribir cartas, como resultado de su trabajo de corresponsal y periodista aficionado. Se cree que escribió más de 100.000 cartas a amigos, colaboradores y colegas del mundo de la literatura y del periodismo y en todas ellas exhibió un humor sorprendente y numerosos apuntes sobre sus relatos y sus ideas más íntimas.Como corresponsal, era tan atento como prolífico, y se movía entonces en el ámbito de la llamada prensa amateur. Como dato curioso, en sus misivas utilizaba varios seudónimos, como Thebaldus, el Abuelo, el Viejo Caballero,etc. Actualmente apenas se conservan íntegras 3000 cartas y desafortunadamente no existen ediciones en castellano (la más importante en inglés son los cinco volúmenes de las Selected Letters de Arkham House de 1968 y la más reciente es la editada por Night Shade Books en 2005 a cargo del crítico S.T. Joshi), aunque podemos acudir a algunas traducciones en este enlace de la magnífica página web en castellano sobre Lovecraft (http://www.hplovecraft.es/correspondencia.aspx).
Aquí os dejo un fragmento de una carta escrita en 1923 y dirigida al editor y amigo James F. Morton.
Para James F. Morton
Allá en la granja
26 de mayo, 1923
Doctissime et Oroatissime:
...No tengo opiniones... no creo en nada... pero adopto por el momento cualquier opinión que me divierta o esté opuesta a la de la persona o personas presentes. ¡Oh, hum! Mi cinismo y escepticismo van en aumento, y por una causa totalmente nueva: la Teoría de Einstein. Las últimas observaciones de eclipses parecen ubicar este sistema entre los hechos que no pueden pasarse por alto, y supuestamente quita el último punto de apoyo que la realidad o el universo puede tener para la mente independiente. Todo es azar, accidente, e ilusión efímera: una mosca puede ser más grande que Arcturus, y la Colina Durfee puede superar al Monte Everest: asumiendo que se los quite del planeta actual y se les dé un entorno distinto en el continuum del espacio-tiempo. No hay valores en todo el infinito: la más mínima idea de que los haya es la burla suprema de todo. El cosmos entero es una broma, y adecuado para ser tratado sólo como una broma, y una cosa es tan cierta como otra. Creo en todo y en nada, porque todo es caos, siempre lo ha sido, y siempre lo será. Tranquilidad, diversión: éstas son las únicas cualidades relativas adecuadas para ser clasificadas como valores...
Allá en la granja
26 de mayo, 1923
Doctissime et Oroatissime:
...No tengo opiniones... no creo en nada... pero adopto por el momento cualquier opinión que me divierta o esté opuesta a la de la persona o personas presentes. ¡Oh, hum! Mi cinismo y escepticismo van en aumento, y por una causa totalmente nueva: la Teoría de Einstein. Las últimas observaciones de eclipses parecen ubicar este sistema entre los hechos que no pueden pasarse por alto, y supuestamente quita el último punto de apoyo que la realidad o el universo puede tener para la mente independiente. Todo es azar, accidente, e ilusión efímera: una mosca puede ser más grande que Arcturus, y la Colina Durfee puede superar al Monte Everest: asumiendo que se los quite del planeta actual y se les dé un entorno distinto en el continuum del espacio-tiempo. No hay valores en todo el infinito: la más mínima idea de que los haya es la burla suprema de todo. El cosmos entero es una broma, y adecuado para ser tratado sólo como una broma, y una cosa es tan cierta como otra. Creo en todo y en nada, porque todo es caos, siempre lo ha sido, y siempre lo será. Tranquilidad, diversión: éstas son las únicas cualidades relativas adecuadas para ser clasificadas como valores...
He llegado por azar a tu blog, ya que estoy realizando una investigación sobre mito en la vida de P.H. Lovecraft, que publicare prontamente, solo deseo felicitarte por esta magnifica página desde Santiago del nuevo extremo. Chile
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
ResponderEliminarEspero que tu trabajo tenga mucho éxito.
Un saludo.