En uno de los volúmenes de Arkham House que recogían los relatos y textos de Lovecraft, titulado The Dark Brotherhood and Other Pieces, publicado en 1966 con una colección de cuentos inéditos, poemas y ensayos sobre él, se incluyó un texto bajo el título Lovecraft and the New England Megaliths (Lovecraft y los megalitos de Nueva Inglaterra), del periodista y erudito Andrew Rothovius (1919-2009), natural de Milford (New Hampshire), quien escribió miles de artículos y columnas para revistas y periódicos de Nueva Inglaterra sobre un sinfín de asuntos y temas. Parte del ensayo explicaba el significado de los misteriosos megalitos que se encuentran en varias partes de Nueva Inglaterra, las más famosas en Mystery Hill (New Hampshire)-yacimiento del que escribí en esta entrada- y Groton (Connecticut)-del que tenéis más información en Wikipedia-, y especulaba sobre su relación con los mencionados en el célebre relato El horror de Dunwich. La ubicación real del país de Dunwich, que Derleth había especulado era el área alrededor de Wilbraham, Monson y Hampden, afirmó Rothovius, eran en realidad las ciudades ahogadas bajo el embalse de Quabbin, secciones de las cuales habían sido conocidas por la endogamia de sus habitantes y los cultos extraños que practicaban. También mencionaba un lugar muy conocido por su prestigiosa Universidad: Harvard, Massachusetts. El primer colono de la misma, el mayor y relojero Simon Willard (1753-1848), tenía una reputación desagradable entre los blancos y los indios como mago. Más de un siglo después, Shadrack Ireland (1718-1778) y su culto New Light se establecieron en la ciudad; sus doctrinas eran bastante lovecraftianas. Baste decir que Irland estaba convencido de su inmortalidad y prohibió a sus seguidores en la “Square House” -su residencia comunal- enterrarlo cuando pareciera morir. Inicialmente estuvieron de acuerdo; pero después de algunos meses, la condición del cuerpo lo requirió. En esta coyuntura, la Madre Ann Lee (1736-1784), fundadora de la Sociedad Unida de Creyentes en la Segunda Venida de Cristo o Shakers, llegó, recibió a los supervivientes en su rebaño y, como ella dijo, desterró el espíritu maligno de Ireland al infierno En cualquier caso, al combinar la literatura, el folclore, la historia, la arqueología y lo arcano, el ensayo fue un tour-de-force muy interesante.
Podéis encontrar el texto, en una traducción al castellano por Francisco Arellano, en el volumen El cáncer de la superstición (Miscelánea II), publicado en 2018 por La Biblioteca del Laberinto, y que reseñé en esta entrada.
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