viernes, 4 de junio de 2021

LOVECRAFT, EL ÁRABE, EL HORROR

 


El pasado abril de 2021, la editorial francesa La Clef d´Argent sacó a la venta un ensayo bajo el título Lovecraft, l’Arabe, l’horreur, esto es, Lovecraft, el árabe, el horror, del investigador Cédric Monget. Este curioso libro de 90 páginas aborda una cuestión que pocos autores han investigado sobre la vida de Lovecraft: su amor por la cultura islámica y oriental, lejos de la idea que algunos tienen de que por su racismo y su ideología conservadora era islamófobo. La sinopsis oficial de la obra dice así:

"Las generalizaciones sobre Lovecraft son arriesgadas", advirtió E. Hoffmann Price, orientalista y amigo del escritor de Providence. Por lo tanto, se ha vuelto común relacionar la islamofobia con el pensamiento conservador al que Lovecraft se asocia fácilmente. Pero Lovecraft no es de ninguna manera islamófobo. No es hostil al Islam ni desprecia la cultura árabe-musulmana. Al contrario, para él y siempre, Oriente es una invitación a soñar, una puerta de entrada a la imaginación y material inicial de su literatura. Siempre, los sueños sencillos del niño Lovecraft se complican con arabescos, se perfuman con incienso, se colorean a la luz del sol de Alá, antes de convertirse en un repertorio de referencias en el que dibuja a lo largo de su vida. El resultado para muchos es que el pensamiento de Lovecraft revela así su inconsistencia, lo que les permite separar fácilmente al artista del hombre y al hombre del pensador. Sin embargo, en el origen de esta observación hay un error epistemológico. La contradicción inicial no lo es. La paradoja es solo aparente. Esto es lo que el historiador Cédric Monget intenta demostrar aquí. "Lovecraft, l'Arab, l'horreur": este ensayo aborda, a su vez, la biografía de Lovecraft y en particular sus marcadas lecturas infantiles por el entonces de moda orientalismo; la ficción, a través del personaje de Abdul Alhazred, autor del famoso "Necronomicón", epítome del horror lovecraftiano; la filosofía, que juega dialécticamente con el árabe en su alteridad radical y como el otro mismo. En defnitiva, Lovecraft y Oriente, o la incómoda búsqueda de los orígenes.

Podéis encontrar una referencia al libro en este enlace. 

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