viernes, 25 de septiembre de 2020

CIVILIZACIONES

 



                                                                                

En 2002 la editorial británica Free Press sacó a la venta un ensayo titulado Civilizations: Culture, Ambition, and the Transformation of Nature, del historiador británico Felipe Fernández-Armesto (n.1950), hijo del periodista español Felipe Fernández-Armesto (1904-2002), una obra que en castellano publicó la editorial Taurus ese mismo año bajo el título Civilizaciones: La lucha del hombre por controlar la Naturaleza. Se trata de un sesudo ensayo de 560 páginas que aborda un tema tan profundo como el origen de la civilización, que para Fernández-Armesto no es el resultado de una estructura política, estética o religiosa, sino del intento cultural de readaptar el entorno. Una sociedad es civilizada en función de la domesticación a la que somete al clima, la geografía y la ecología. Las mismas fuerzas impersonales que sitúan un océano entre África y la India o una cordillera montañosa en América del Sur han creado el molde con el que la humanidad ha perfilado unas culturas salvajemente distintas. Al contrario que otros intentos previos de escribir la historia comparativa de las civilizaciones, este libro está organizado por entornos, en lugar de por periodos o sociedades. Encontramos, por supuesto, las conocidas civilizaciones ribereñas de Mesopotamia y el Nilo, pero también las civilizaciones de las regiones montañosas, las culturas isleñas de la Creta minoica a la Venecia renacentista y las civilizaciones marítimas. Lo interesante de esta obra de divulgación es que encontramos una curiosa mención a Lovecraft, en concreto a la ciudad antiquísima erigida en la Antártida eones antes de la aparición del ser humano de En las montañas de la locura, como el único ejemplo dentro de la literatura fantástica y de ciencia ficción de una ciudad levantada en el hielo, en una sección en el que su autor aborda diferentes ejemplos de ciudades y civilizaciones ficticias aparecidas en lugares remotos y de difíciles condiciones. Fernández-Armesto cita un breve párrafo del relato de Lovecraft donde se describe la ciudad, y al mencionar al escritor, afirma que es un maestro del género, que floreció en la década de 1930, a pocas manzanas de distancia de mi apartamento de Providence. Pues sí, parece ser que Fernández-Armesto, que fue catedrático en la Universidad Tufts de Boston (Massachusetts), residió durante un tiempo en Providence, en el barrio universitario de College Hill, muy cerca de la residencia de Lovecraft.

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