sábado, 8 de junio de 2019

RESEÑA DEL CÓMIC "PROVIDENCE" EN XATAKA







Entre 2015 y 2017 se publicó en Estados Unidos, bajo el sello Avatar Press, un cómic que se ha convertido en poco tiempo en una obra maestra de su autor, el británico Alan Moore, a la altura de un mito como es Watchmen (1986-1987). Nos referimos a la monumental Providence, la serie de 12 números que en España fue publicada por Planeta en tres tomos (El miedo que acecha, El abismo del tiempo  y Lo innombrable), que narra la historia de Robert Black, un periodista de Nueva York que, tras la muerte de su amante, inicia una investigación para escribir una novela acerca de sociedades secretas y sectas que permanecen ocultas, con una gran cantidad de referencias al universo de Lovecraft, al esoterismo, las ciencias ocultas...Recientemente, el pasado 20 de mayo, en la web Xataka, una página sobre ciencia, tecnología, videojuegos, cultura,etc., se publicó una acertada reseña de esta obra firmada por el escritor y guionista murciano John Tones (n. 1976), seudónimo de Pedro Berruezo, colaborador de medios y revistas como Fotogramas, eldiario.es, Verne, GQ, Superjuegos, FHM y otras muchas, bajo el título de 'Providence': H.P. Lovecraft y Alan Moore se encuentran en el núcleo de un cómic aterrador, obsceno y lleno de tentáculos y que podéis leer completo en este enlace. Entre otras reflexiones, encontramos estas acertadas palabras de su autor:
Así, con la tradicionalísima estructura del viaje por los parajes diversos de un país que es, a su vez, una inmersión sin retorno en la propia psique del protagonista, Alan Moore plantea lo que en la superficie es una excursión por ese Lovecraft Country que da título al mencionado libro de Matt Ruff. Ese Territorio Lovecraft es un término popularizado por el juego de rol 'La llamada de Cthulhu' para referirse a los escenarios de Nueva Inglaterra que Lovecraft usó en tantos de sus relatos, y que vagamente podrían situarse, en la realidad, al noreste de Massachusetts. El imaginario mapeado del Territorio Lovecraft incluye localizaciones tan destacadas como Arkham, Dunwich o Innsmouth o, ampliando el espacio a un territorio verídico, la propia ciudad natal de Lovecraft, Providence.
Ese mapeado, real o imaginario, conforma algo que Alan Moore conoce a fondo, porque ya lo puso en práctica con el increíble interludio psicogeográfico que partía en dos 'From Hell'. El hecho de recorrer un territorio ya es ejecutar un sortilegio donde el conjuro es el terreno y el terreno es un reflejo físico de la psique del mago. Un mago como Alan Moore o un mago como el propio Lovecraft, que puso uno de sus hechizos más poderosos nada menos que en su lápida, como buen nigromante: en ella se puede leer la inscripción 'Yo soy Providence'. Y esta 'Providence' de Moore y Burrows es, claramente, un elogio y una invocación a Lovecraft.
Para llevar a cabo esa invocación, 'Providence' aborda un tema que Moore conoce bien, por una parte porque es un excelente escritor. Por otra, porque es mago y sabe cómo funcionan los conjuros, y que el idioma es el más preciso y complejo de todos los hechizos. En 'Providence' el lenguaje, las palabras son como púas que afianzan un concepto que ronda a Moore en muchas de sus obras: el de las ideas que se instalan en nuestro subconsciente y que se reproducen y multiplican como si fueran virus. Con la ayuda de las palabras (por eso sus personajes son verborreicos, por eso la mitad -literalmente, la mitad- del contenido de 'Providence' son largas cartas que expresan -casi- todos los pensamientos más íntimos de Black), esas ideas toman forma. Y con la ayuda de las palabras, se propagan a lo largo y ancho del subconsciente colectivo. El viaje de Black por Nueva Inglaterra también es eso: el encuentro con conceptos monstruosos, que serpentean en el lenguaje y las habladurías, y que son incontenibles e indescriptibles.

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