lunes, 3 de junio de 2019

LOS CASOS MÁS SORPRENDENTES DE NEGROS LITERARIOS





Juan Manuel de Prada.

En el número 1615, correspondiente al 7 de octubre de 2018, de la revista española XL Semanal (aquí su página web), una publicación que aparece cada domingo, fundada en 1987 con el nombre Suplemento Semanal y que se vende con 23 periódicos de tirada nacional o regional, apareció un artículo titulado Los casos más sorprendentes de negros literarios, firmado por el escritor y crítico Juan Manuel de Prada (n. 1970). En este texto, que podéis leer completo en este enlace, el novelista vasco rescata algunos de los casos más conocidos de escritores que usaron a otras personas para escribir sus obras, como el francés Alexandre Dumas, el poeta nicaragüense Rubén Darío o el español Gregorio Martínez Sierra, incluyendo en la lista a Lovecraft, bajo el epígrafe H.P. Lovecraft, al servicio del escapista Houdini, que dice así:
Howard Phillips Lovecraft (1890-1937), el gran maestro de la literatura de terror, mantuvo una colaboración asidua en la revista pulp Weird Tales desde su fundación en 1923. Allí, publicó, por ejemplo, sus relatos sobre los Mitos de Cthulhu, que tanto influirían en la literatura terrorífica posterior. Pero, durante su primera etapa en Weird Tales, Lovecraft era un escritor más bien desconocido, un estajanovista que cobraba una menesterosa tarifa (generalmente, medio centavo por palabra) y no hacía ascos a esbozar o reescribir las historias de sus amigos más próximos, entre quienes se hallaban algunos jóvenes autores que luego alcanzarían gran celebridad, como Robert Bloch o Clark Ashton Smith.
En 1924, el fundador y director de Weird Tales, J.C. Henneberger, contrató como colaborador de la revista a Harry Houdini, el mago y escapista de fama mundial, embarcado por aquellos años en una cruzada personal contra el espiritismo y los fenómenos paranormales. Houdini empezó a publicar una suerte de consultorio en el que respondía a los lectores de la revista sobre asuntos de este jaez; pero Henneberger quiso que también colaborase con algún relato de terror. Houdini alegó que no tenía dotes literarias; por lo que Henneberger recurrió a Lovecraft, que escribiría un relato titulado Bajo las pirámides (Prisionero entre los faraones), publicado en Weird Tales entre mayo y junio de 1924, en el que simulaba narras experiencias autobiográficas del propio Houdini.
El escapista quedaría tan satisfecho con el resultado que más tarde contrataría como negro a Lovecraft, para que escribiese un libro que iba a titularse The Cancer of Superstition. Pero la muerte inopinada de Houdini, en 1926, malogró el proyecto, cuando Lovecraft ya llevaba redactados tres capítulos.

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