sábado, 16 de septiembre de 2017

EL HORROR QUE NOS ACECHA






Como todos sabéis, el escritor Robert Bloch, el famoso autor de Psicosis, fue uno de los amigos y corresponsales de Lovecraft, y durante el resto de su larga vida, hasta su muerte en 1994, siempre mantuvo una gran admiración por el que consideraba que fue su maestro. Uno de los mayores homenajes que le hizo fue escribir una novela de terror titulada Strange Eons, publicada por Pinnacle Books en 1979, una obra en la que reescribía muchos de los pasajes de los relatos de Lovecraft pertenecientes a los Mitos de Cthulhu y los mezclaba con algunos misterios de la época, como el enigma sobre los OVNIs o las desapariciones de barcos y aviones en el llamado Triángulo de las Bermudas. Bloch partía de la premisa de que los Mitos lovecraftianos eran ciertos, y lo que había tratado Lovecraft de hacer en sus relatos era advertir a la Humanidad del posible retorno de los Dioses Primigenios. La novela se divide en tres secciones. Cada una está etiquetada con un título de una sola palabra: Ahora, Después y Pronto. Cada sección sigue la pista de un protagonista, todos los cuales se encuentran siguiendo el rastro que las historias de Lovecraft habían sugerido.
 En Ahora, nos encontramos con Albert Keith, un diletante rico que ha desarrollado una manía apenas reconocida sobre la recolección de cosas. Encuentra una cierta foto en una pequeña tienda en la calle South Alvarado en Los Ángeles de una criatura homínida con rasgos distintivamente caninos. El dueño de la tienda se lo da por 500 dólares y le hace saber que la encontró en un centro de almacenamiento abandonado en el Este, en el que ha encontrado muchas otras cosas, durante 40 o 50 años. Un amigo de Keith ve la pintura más tarde y luego le induce a leer las obras de Lovecraft. El amigo siempre había pensado que las obras eran ficticias, por supuesto, pero el descubrimiento de la firma del artista en la pintura polvorienta comienza una cadena de acontecimientos que hacen que los dos hombres cuestionen cada suposición que alguna vez tuvieron acerca de lo que es y no es real. A cada paso del camino, son seguidos por misteriosos perseguidores que tienen un gran interés en mantener sus descubrimientos ocultos a la luz del día. 
Después recoge la historia de la ex esposa de Keith, Kay Keith (quien, se sospecha, está basada en la esposa de Lovecraft, Sonia Greene, así como Keith tenía ciertas correlaciones con el maestro). Aunque desde hace mucho tiempo han ido por caminos separados, ella se ve incapaz de alejarse del misterio de la desaparición de su ex marido. Su trabajo de modelado la pone en contacto con el Templo de la Sabiduría Estelar (la misma secta que aparece en El morador de las tinieblas de Lovecraft y en El vampiro estelar de Bloch), encabezado por el reverendo Nye, que tiene el ejemplo más extremo de la pigmentación negra de la piel que ella haya visto nunca. Ella quiere rechazarlo, pero algo que ve en su oficina la convence de que podría saber algo sobre lo que le ocurrió a Albert. No tiene ni idea, hasta el final de esta sección, cuán exacta es esa conje
La novela termina con Pronto , el más amenazante de los títulos de sección de lejos. Han transcurrido 25 años desde la conclusión de la última sección. Los trabajos de Lovecraft han sido efectivamente  suprimidos por gobiernos de todo el mundo, muy parecidos a los tomos místicos de sus historias. Nadie lo nota realmente, por supuesto, pero Mark Dixon, investigador junior de un periódico de Los Ángeles, empieza a notar un patrón que surge de la extendida campaña de terror orquestada por la Hermandad Negra. De hecho, comenzamos esta sección con el asesinato del alcalde de Los Ángeles. Siguiendo el hilo de la información lo lleva a su guardián, Judson Moybridge, que tiene conocimiento de lo que realmente está sucediendo. En las ruinas del tan esperado terremoto de la leyenda popular de California conocida como Big One (un supuesto megaterremoto que afectará a este Estado en un futuro no muy lejano, según los científicos), Dixon aprende acerca de su verdadera herencia y el papel que jugará en el nuevo orden por venir.
Nos hallamos, pues, con una novela que se podría decir que cierra un ciclo en las historias de los Mitos de Cthulhu, el que comenzó Lovecraft en la década de 1920 y continuaron otros autores como Howard, Belknap Long, Derleth, Ashton Smith o Kuttner, entre otros.


En castellano, en 1983 la editorial Acervo publicó la novela de Bloch bajo el título de El horror que nos acecha, en cuyo texto de contraportada aparecía el siguiente significativo fragmento de la obra:

Hasta la mañana del quinto día de viaje por el Pacífico, el espíritu de Keith estuvo en calma. Hasta que Abbott llamó a la puerta de su camarote y le pidió que saliera a cubierta. La vista que se presentó ante sus ojos le dejó sin habla. Temblando, miró hacia lo que había en el mar, en el lado de estribor. Aquello le era espantosamente familiar y, por un momento, pensó que se trataba de una alucinación. Entonces se dio cuenta de que lo que estaba viendo había sido descrito por Lovecraft: la cúspide de una solitaria y lodosa montaña, emergiendo de la profundidad del océano, sobre la cual se elevaba una maciza construcción de albañilería que acompañaba a un monolito formado por gigantescos bloques de piedras cubiertos por verdoso limo. Aquello era R'lyeh, y era real. Ahora, por fin, Keith creyó, porque allí, ante él, estaba la evidencia indiscutible, la evidencia en una forma más aterradora que la expresada en palabras o imaginada en pesadillas. Al contemplar aquel horror de las profundidades, comprendió su poder: el poder de hacerse presente en los sueños de los hombres. Lovecraft lo había visto en la realidad hace mucho tiempo y, por medio de sus relatos, trató de advertírnoslo.

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