Como dije en esta entrada de junio pasado, el arqueólogo y antropólogo paraguayo Jorge Roberto Ogdon escribió en 2001 una serie de breves artículos bajo el título El Antiguo Egipto en la literatura de H.P. Lovecraft para la Nueva Logia del Tentáculo, entre los que se contaban el de la citada entrada, y otro muy interesante, titulado El rey Kefrén no le era extraño, y que podéis leer aquí. Después de una sucinta introducción, Ogdon analiza un párrafo del relato El extraño (1921), en el que Lovecraft menciona varios nombres propios del Egipto de los faraones, que son Nefren-Ka, Neb, Hadoth en el Nilo y Nitocris. Ogdon considera que Lovecraft usó varios elementos auténticamente egipcios, y en el caso de Nefren-Ka se limitó a sustituir la letra "n" inicial de Nefren por la "k" de Kefren, faraón de la IV Dinastía, constructor de la segunda pirámide de Gizeh.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
EL REY KEFRÉN NO LE ERA EXTRAÑO
Como dije en esta entrada de junio pasado, el arqueólogo y antropólogo paraguayo Jorge Roberto Ogdon escribió en 2001 una serie de breves artículos bajo el título El Antiguo Egipto en la literatura de H.P. Lovecraft para la Nueva Logia del Tentáculo, entre los que se contaban el de la citada entrada, y otro muy interesante, titulado El rey Kefrén no le era extraño, y que podéis leer aquí. Después de una sucinta introducción, Ogdon analiza un párrafo del relato El extraño (1921), en el que Lovecraft menciona varios nombres propios del Egipto de los faraones, que son Nefren-Ka, Neb, Hadoth en el Nilo y Nitocris. Ogdon considera que Lovecraft usó varios elementos auténticamente egipcios, y en el caso de Nefren-Ka se limitó a sustituir la letra "n" inicial de Nefren por la "k" de Kefren, faraón de la IV Dinastía, constructor de la segunda pirámide de Gizeh.
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