Donde antaño se habían levantado murallas de trescientos codos y torres aún más altas ahora tan solo se extendían riberas pantanosas y donde antaño habían vivido cincuenrta millones de hombres ahora tan solo se arrastraba el abominable reptil de agua. No quedaban ni aun las minas de metales preciosos. La MALDICIÓN había caido sobre Sarnath.
La maldición que cayó sobre Sarnath (1919).
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