jueves, 16 de mayo de 2013

EL CASO DE MERCY BROWN

 El caso de Mercy Brown (1873-1892), una joven estadounidense natural de Exeter,Rhode Island,es muy famoso en el mundo del misterio y de los vampiros.Mercy, hija de un granjero, sufrió la pérdida de su madre y de dos hermanos en un lapso de tiempo relativamente corto, y ella misma falleció a causa de la tuberculosis pulmonar el 17 de enero de 1892, a los 19 años de edad. Por sospechas de haberse convertido en un vampiro su cuerpo fue exhumado el 18 de marzo de 1892 en el cementerio de Chestnut Hill, en donde había sido sepultada, para sacarle el corazón y quemarlo.El caso fue difundido en los diarios del Estado como The Providence Journal, suscitando controversia y críticas por las decisiones y acciones realizadas.Su caso es famoso en los anales del folclore de Estados Unidos por ser el más reciente y quizá el último con los cánones del mito del vampiro clásico, y en la literatura popular la llaman "la última vampiro de Nueva Inglaterra".
Es a Lovecraft a quien hay que agradecer que la mayoría de las leyendas en torno a Mercy Brown se hayan preservado ,sobre todo en su cuento satírico La casa encantada (The Shunned House)- aquí podéis leerlo-. Escrito entre el 16 y el 19 de octubre de 1924, en este relato reflexionó sobre el disgusto que la moderna burguesía elitista de Rhode Island tenía acerca de una tradición tan bárbara. Lovecraft, habiendo nacido en 1890, había vivido en Providence la  mayor parte de su vida y conocía los detalles de la leyenda, a pesar de que dependía en gran medida de la folclorista Sidney Rider (1833-1917) ,de quien tomó muchos de los datos que utilizó en la historia.

 Como personaje de Lovecraft  Mercy Brown aparece en el citado relato como Mercy Dexter y permite que la trama fluya, y cautelosamente revela, "Mercy nunca debió tomar a criada alguna de la comarca de Nooseneck Hill, pues esas tierras remotas y atrasadas eran entonces, como hoy, semillero de las más inquietantes supersticiones. En 1892, fecha relativamente reciente, las gentes de Exeter desenterraron un cadáver y quemaron ceremonialmente el corazón para impedir cier­tas supuestas apariciones nocivas para la salud y la paz de la población (...)"

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