Guerra Total, un grupo de speed black metal de Bogotá (Colombia) creado en 2003, publicó en 2014 su sexto disco titulado Cthulhu Zombies & Anti-Cosmic Black Goats, un título muy lovecraftiano que podría traducirse como Zombis de Cthulhu y Cabras Negras Anti-Cósmicas. Este disco está plagado de referencias a la obra de Lovecraft, como podéis comprobar por los nombres de las canciones:
-Intro-R'lyeh's Bizarre Non-Euclidean Geometry.
-Anti-Cosmic Chaos.
-En las montañas de la locura.
-Ia!Ia! Cthulhu ftaghn!
-Manifestum Anti Mundi.
-Nuklear Black Goat.
-El horror de Dunwich.
-Black Metal Zombies.
-Reencarnacion Maligna (Posesion ÍI).
-Whisky Possession.
Podéis encontrar más información y escuchar algunos de estos temas aqui.
Con Lovecraft el horror ya no llega de las viejas entidades mitológicas legadas por el paganismo clásico o el judeocristianismo (vampiros, ogros, hombres lobo, demonios) sino de un cosmos eterno e indiferente al destino del hombre; el suyo es el horror materialista (Lovecraft era ateo) porque esas monstruosidades pulposas e indefinidas que acosan al hombre, esos primordiales, no son dioses, sino alienígenas llegados de remotas estrellas hace eones de tiempo, que diría el maestro. Los primordiales ignoran al hombre que destruyen. Todo esta cosmogonía tiene naturalmente una lectura simbólica. Quizá esos monstruos vengan de dentro del hombre (del hondo cielo que diría Machado) y no sean otra cosa que los fantasmas pútridos de nuestra angustia vital; en este aspecto, Lovecraft es un moderno, un existencialista puro ("El extraño", título de uno de sus mejores cuentos breves, es parangonable con "El extranjero" de Camus hasta en el título). Por no hablar del racismo y la xenofobia de Lovecraft, un WASP venido a menos, fracasado en los aspectos prácticos de la vida, y obsesionado con la decadencia de los EEUU provocada, según el, por la llegada de miles de inmigrantes. Quizá esos seres monstruosos que amenazan al hombre sean un trasunto literario del miedo que tiene Lovecraft al cambio, al mundo moderno, a la Babilonia corrrupta que para esta provinciano de Providence era Nueva York. El melting polt yanki era para el reaccionario Lovecraft tan repulsivo y amenazador como una de sus criaturas babeantes. Lovecraft es un genio porque convirtió, como Kafka, sus miedos, odios y prejuicios en el ejemplo más brillante de la literatura fantástica del siglo XX. Con malos sentimientos hizo buena literatura. Además, el ateísmo de Lovecraft es algo muy saludable en este mundo donde tanto proliferan los fanáticos religiosos. Lovecraft sólo se hacía ilusiones en su literatura; en otros aspectos, era una persona lúcida, inteligente y objetiva, con el baldón, eso sí, de su lamentable racismo, hijo no obstante de su época. Viva H. P. Lovecraft, deidad de los horrores modernos y padre de Cthulu y otros encantadores bichitos.
ResponderEliminarGraciad por tu comentario, un excelente resumen del pensamiento y la obra de Lovecraft. Ahi queda todo dicho.
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