miércoles, 19 de enero de 2022

ESPECIAL LOVECRAFT EN EL DIARIO "AVUI"

 




En el número del 24 de marzo de 2011 del periódico catalán Avui, dentro de su suplemento de Cultura, se incluyó un amplio reportaje sobre Lovecraft y su obra, con motivo de la publicación en 2010 del volumen La crida de Cthulhu i altres narraciones por la editorial Laertes, que reseñé en esta entrada. Bajo el título Amb Lovecraft en un somni (Con Lovecraft en un sueño), firmado por el filólogo y escritor Pere Guixá (n. 1973), se trataba de un texto de dos páginas, además de una columna más breve titulada El solitari de Providence, escrita por Daniel Boada. A lo largo del texto principal, se aborda la influencia de la obra de Lovecraft y se analiza la obra publicada por Laertes. Entre otras cosas, podemos leer lo siguiente:

Hacia los años 50, cuando escribían en el semanario "Destino", Néstor Luján y Joan Perucho viajaban a menudo a Francia. Eran viajes de investigación gastronómica y literaria. En una de estas escapadas, Perucho descubrió un libro que se llamaba "La couleur tombée du ciel", de un desconocido escritor estadounidense de nombre curioso: Lovecraft. Perucho, que quedó muy impresionado con ese libro de relatos, va ser quien dio a conocer en nuestra casa a este escritor, sobre todo a partir de que publicara, en 1956, la plaqueta con el cuento "Con la técnica de Lovecraft". Hoy, H.P. Lovecraft (1890- 1937) es bastante conocido, pero entonces esa referencia en el primer cuento que escribía Perucho parecía una invención, desatada de la identidad de un escritor real, y supongo que así se debía leer ese cuento. Hubo que esperar tres décadas. desde que aparecieran las primeras traducciones de Lovecraft al catalán: "En las montañas de la locura", "La sombra sobre Innsmouth", "El horror de Dunwich" y "El caso de Charles Dexter Ward". Son cuentos o novelas que pertenecen también al último período del autor de Providence, aquel que va de 1927 a 1937. La compilación de relatos que Laertes acaba de publicar es la más exacta, incluso más generosa, que se podía hacer, sobre todo teniendo en cuenta que hace veinte años que no se traducía nada y era necesario urgentemente una nueva entrega. ¿Por qué se ha producido ese vacío? Difícil saberlo, más aún si pensamos que, en banda de las numerosas traducciones en castellano, tal vez las primeras versiones estaban inducidas por otro libro que parecía una extravagancia deliciosa: la antología "Lovecraft, Lovecraft" (1981), del colectivo Ofelia Dracs.(...) Si el cuento sobrenatural en el siglo XX se hace intertextual o paródico (Perucho, Borges, Calvino), por un lado, o cotidiano y psicológico, por otro (Felisberto Hernández, Buzzati, Cortázar, Calders), Lovecaft aporta la preocupación científica por explicar el universo y encontrar la maldad de este conocimiento. Pero, dejando de lado las taxonomías de lo fantástico, pensamos en Lovecraft y vemos a alguien que después iba, en su día a día, en pos de lo inaprehendido posible y turbador, de aquel paisaje de la realidad concreta que él conectaba con la belleza del misterio, que es lo que hace posible el anhelo para que la vida continúe. La ciencia acotaba el cosmos y él buscaba la parte aún desconocida, aquella que nos causa incertidumbre, fascinación o horror. De alguien así, aunque nos sacuda con la creación de unos seres o situaciones a las que la humanidad sólo les importa para eliminarla, sólo podemos considerar que buscaba una mejor transcendencia. En la compilación que se acaba de publicar hay diez cuentos de los mejores que escribió. No puedo dejar de completar esta decena con otros que han quedado fuera, que enumero, pero puro placer: "El clérigo maligno", "Los sueños en la casa de la bruja", "A través de las puertas de la llave de plata", "El que susurra en la oscuridad" y "En la noche de los tiempos".

 

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