sábado, 15 de febrero de 2025

SARAH JEWETT Y LA HISTORIA DE FANTASMAS, CON UNA NOTA SOBRE SU INFLUENCIA EN LOVECRAFT



 En 1998, la editorial estadounidense Ash Tree Press publicó el volumen Lady Ferry and Other Uncanny People, de la escritora estadounidense Sarah Orne Jewett (1849-1909), conocida sobre todo por sus obras regionalistas ambientadas en torno a South Berwick, Maine. En este caso, el libro de 367 páginas, editado por la escritora Jessica Amanda Salmonson (n. 1950), recoge varios relatos de fantasmas y de terror de Jewett, y cuenta con una introducción a cargo de la citada Salmonson que lleva por título Sarah Orne Jewett y la historia de fantasmas, con una nota sobre su influencia en H.P. Lovecraft; en este texto, se pone de manifiesto que Jewett, como haría Stephen King más de cien años después, retrata a las gentes y los paisajes de su Maine natal, y de la misma manera que hizo Lovecraft en Nueva Inglaterra. Podemos leer, entre otras afirmaciones, lo siguiente:

(...) Sarah Orne Jewett también influyó en los escritos del famoso escritor de terror de Nueva Inglaterra, H.P. Lovecraft, que ambientaba historias en ciudades costeras míticas como Arkham y Dunwich. Dunnet Landing es la ciudad inexistente más famosa de Maine y nos recuerda a Dunwich, Massachusetts, de Lovecraft. La influencia de la ficción regional del siglo XIX en los escritores de terror estadounidenses ha sido subestimada durante mucho tiempo, aunque muchas de las historias de fantasmas de August Derleth son imitaciones francas de Mary E. Wilkins Freeman y Sarah Jewett. La idea de una ciudad totalmente inventada estaba bien establecida entre los regionalistas de Nueva Inglaterra, y es seguro decir que nunca habría habido una Dunwich o una Arkham si nunca hubiera habido un Deephaven o un Dunnet Landing. Nunca ha habido en este siglo ningún remanente real de Maine como lo conoció Jewett; porque el antiguo estilo de vida estaba decayendo incluso en la juventud de Sarah, y sus historias sirvieron como recordatorios de lo mejor que se perdió. El hecho de que todos todavía tengamos viva en nuestra mente una imagen de barcos de vela, comercio marítimo y pueblos costeros rústicos, es una herencia cultural estadounidense preservada para nosotros principalmente en Pointed Firs. Por lo tanto, hay que admitir que no existe ningún escritor de Nueva Inglaterra después de Jewett que desconociera su obra —probablemente de manera directa, sin duda de manera indirecta—, y eso incluye tanto a Lovecraft como a Stephen King, residente en Maine. La folclorista Faye Ringel detectó similitudes (¿quizás influencias?) en las caracterizaciones que King hacía de mujeres excéntricas y mayores que lo situaban "directamente en la línea de descendencia de Sarah Orne Jewett". En cuanto a Lovecraft, bien puede ser considerado el último de los grandes regionalistas de Nueva Inglaterra; y como es típico del último de cualquier movimiento importante en el arte, la arquitectura o la literatura, "último" implica decadencia, en el sentido de repetir todos los temas y modos anteriores hasta un exceso espléndido.

Sarah creó su mítica ciudad y la pobló de personajes reticentes y extraños, en particular sus viejos capitanes de barco, como símbolos de la decadencia cultural y económica que sufría Nueva Inglaterra con la pérdida del vital comercio marítimo. Esta reticencia y decadencia, en desacuerdo con las visiones románticas de la vida en las aldeas propagadas por los escritores anteriores a Jewett, le permitió a Lovecraft ver el salto muy corto hacia el culto paranoico de sus fantasiosos campesinos de Nueva Inglaterra. Lo que Jewett hizo para transmitir patetismo, para transmitir la pérdida de estabilidad en la vida de Nueva Inglaterra, Lovecraft lo imitó con un propósito completamente diferente.

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