Uno de los escritores colombianos más malogrados fue Andrés Caicedo (1951-1977), un escritor, cuentista, guionista y crítico, lo que le abriría las puertas a un reconocimiento intelectual, quien se suicidó a los 25 años de edad. Lideró diferentes movimientos culturales en su ciudad natal, Cali, como el grupo literario Los Dialogantes. y su pasión por el cine lo llevó a fundar, en 1971, con otros amigos, el Cine-Club de Cali, y la revista Ojo al Cine. Con este medio y con la obra de Lovecraft tuvo una relación muy curiosa y particular. En 1973, Caicedo viajó a a Los Ángeles y luego a Nueva York con la ilusión de venderle al famoso cineasta Roger Corman dos guiones de largometrajes que había escrito, basados en dos destacados relatos de los Mitos de Cthulhu, Estirpe de la cripta de Clark Ashton Smith, que él tituló La estirpe sin nombre, y La sombra sobre Innsmouth de Lovecraft, un autor al que comenzó a leer en su adolescencia. Su hermana Rosario, que residía en Houston, ayudó a traducir el primero de ellos. El segundo, lo hizo con la ayuda de amigos en Estados Unidos. Su empresa no tuvo éxito y Corman nunca llegó a tener los guiones en sus manos. “[…] es un medio muy difícil y enmarañado, y la parte que está metida en Hollywood no se anima a colaborar por miedo a la competencia […]”, escribiría a su madre en una carta, a propósito de su fracaso. Su guion adaptando el relato de Lovecraft, pues, nunca llegó a ser filmado y actualmente la copia original del texto se conserva en la Colección Andrés Caicedo en la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá. Esta interesante historia se narra en el documental sobre el escritor Balada para niños muertos (2020), escrito y dirigido por Jorge Navas.
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