REFERENCIAS LOVECRAFTIANAS EN LA SAGA DE HARRY DRESDEN

 

En el año 2000, el escritor estadounidense Jim Butcher (n. 1971) comenzó a publicar una serie de libros de fantasía y aventuras, bajo el título genérico de The Harry Dresden Files o Saga de Harry Dresden, protagonizadas por un peculiar investigador de Chicago, Harry Dresden, al que acude la policía cuando algún caso entra de lleno en el mundo de lo paranormal. Con 17 libros publicados hasta la fecha (el primero fue Tormenta Fatídica), adaptaciones a cómics, una serie de televisión en el año 2007, The Dresden Files, y hasta un juego de rol, la saga se ha convertido en un fenómeno editorial en Estados Unidos y ha ganado una fiel legión de seguidores. En algunas de las primeras novelas, además podemos encontrar ciertas referencias al universo de Lovecraft, como en La tumba (2001), donde se mencionan por vez primera a los Antiguos, una antigua raza de poderosos seres que están inspirados en los Dioses Antiguos de los Mitos de Cthulhu. La referencia más explícita la encontramos en un relato breve, Cold Case, aparecido en la antología Shadowed Souls (2016), donde varios escritores toman los personajes de Butcher para crear sus propias historias, y que transcurre entre la decimocuarta novela, Días fríos (2013) y la decimoquinta, Juego de piel (2015). En esta narración, Molly Carpenter y Carlos Ramírez, dos hechiceros que suelen colaborar con Dresden, se encuentran con un culto dedicado a adorar y liberar al Durmiente, una entidad lovecraftiana que reposa en el fondo del océano (una clara referencia a Cthulhu). Ramírez afirma que el poder del Durmiente ha ido creciendo debido a que los escritos de Lovecraft difundieron la idea a la humanidad. Esto le ha dado al Durmiente suficiente poder para influir en el mundo, formando una serie de cultos. Los miembros de estos cultos se vuelven locos lentamente, pierden su humanidad y se convierten en algo inhumano. Esta transformación va lo suficientemente lejos como para dar tentáculos a los miembros del culto y el poder de interrogar psíquicamente a las personas.