viernes, 24 de marzo de 2023

LOVECRAFT, EL "FRIQUI" QUE ESCRIBÍA CARTAS SIN PARAR

 


Otro de los medios que en los últimos días han informado de la publicación del primer volumen de cartas de Lovecraft traducidas al español, Escribir contra los hombres. Cartas I, de Aristas Martínez, ha sido el periódico español El Confidencial. Bajo el título H.P. Lovecraft, el "friqui" que escribía cartas sin parar, y firmado por la periodista Irene Hernández Velasco (n, 1969), el texto publicado el pasado 3 de marzo aborda el famoso hecho de que Lovecraft solía escribir muchas cartas cada semana, y podemos leer lo siguiente:

Hay gente que escribe un libro detrás de otro. Y hay a quienes les da por escribir cartas sin parar. H.P. Lovecraft perteneció a la segunda categoría. A lo largo de sus solo 46 años de vida los expertos estiman que escribió unas 75.000 cartas, muchas de ellas de notable extensión, aunque solo se conservan unas 15.000. Después de Voltaire, está considerado el más prolífico escritor epistolar que haya habido en toda la historia. Escribir cartas fue la actividad a la más tiempo dedicó en su vida. Una vida que, por lo demás, fue bastante fallida.

Howard Phillips Lovecraft (1890– 1937) es desde hace décadas un autor de culto gracias a una obra tan visionaria como personal, uno de los más reverenciados e influyentes escritores de horror cósmico, un género que mezcla el terror con la ciencia ficción. Sin embargo, su vida se puede resumir como un clamoroso fracaso. Fue un tipo solitario, lleno de traumas y sin vida social. Creció en una familia profundamente disfuncional. Apenas tuvo contacto con el sistema educativo. No tuvo nunca pareja, más allá de un desastroso matrimonio de menos de dos años en el que ni siquiera hubo convivencia. Es casi seguro que jamás mantuvo relaciones sexuales. 

Podéis leer el texto completo en este enlace.

1 comentario:

  1. Esta pobre niña -no importa la edad biológica que tenga-, no comprende que la felicidad, y por tanto el éxito vital, es algo distinto para cada persona. Y decreta, repitiendo el sermón de los púlpitos actuales, que como la vida de Lovecraft no encaja en los cánones de Instagram, era un fracaso.
    En realidad, lo ataca porque le han dicho que era racista y xenófobo. Si fuera una mujer, alabaría sus logros, y condenaría a la sociedad que la rodeó, como culpable de todos sus males.
    Lo malo es que deis eco de esa bilis aquí, la verdad.

    ResponderEliminar