Entre 1982 y 2004 se publicó una trilogía en cómic titulada Cromwell Stone, una novela gráfica escrita y dibujada por el artista alemán Andreas Martens (n. 1951), más conocido como Andreas. Fue originalmente serializado entre 1982 y 1983 en Le Journal Illustré y
recopilado en álbum en 1984 por la editorial Michel Deligne. El final de la obra
admitía claramente una continuación, pero ésta tardó en llegar. La
quiebra del editor y la dedicación de Andreas a otras series y proyectos retrasó la nueva entrega nada menos que diez años, cuando la editorial Guy Delcourt publicó El regreso de Cromwell Stone (Le Retour de Cromwell Stone, 1994). Otra década transcurrió hasta que Andreas pudo, de nuevo con la editorial Delcourt, cerrar lo que se convirtió en una trilogía con el álbum El testamento de Cromwell Stone (Le Testament de Cromwell Stone, 2004). En castellano esta obra fue publicada en tres tomos por la editorial Planeta DeAgostini en 2005, con cada historieta de 48 páginas. Cuenta una historia inspirada en la obra de Lovecraft, autor del que Andreas siempre se ha confesado gran admirador (de hecho, fue también autor de un cómic sobre Barlow y Lovecraft que reseñé en esta entrada); en algún momento del último tercio del siglo XIX, un aterrado
individuo, Cromwell Stone, llega a la apartada casa de un amigo con el
que había acordado encontrarse. Afirma que le están siguiendo y pronto
ambos constatan que el resto de colegas que debían acudir esa noche a la
reunión anual, no llegará. La razón de tal cita, como se revela más adelante, era conmemorar su
supervivencia a un desastre marítimo años atrás. Sin embargo, poco a
poco, todos han ido muriendo de forma misteriosa. Cromwell Stone ha
averiguado el motivo y pasa a relatarlo a su camarada. Hay multitud de detalles en esta serie que remiten a las obras del escritor de Providence: la
narración referida en retrospectiva por uno de los protagonistas, la
terrible amenaza que pende sobre la Humanidad, las casas misteriosas y
de atmosfera malsana situadas en la América del cambio de siglo, el mar
como custodio de terribles secretos, las arquitecturas imposibles,
las criaturas cósmicas de inmensa perversidad, los hombres poseídos por
seres extradimensionales, las torres en parajes aislados que actúan de
portales dimensionales, los aldeanos degenerados física y mentalmente…
No hay comentarios:
Publicar un comentario