En 1969 la editorial estadounidense Doubleday & Company, de New York, sacó a la venta un volumen titulado The Man Who Called Himself Poe, que en castellano sería El hombre que se llamó a sí mismo Poe. Se trata de un libro de 256 páginas, editado y anotado por Sam Moskowitz, que recoge 18 relatos y textos de distintos autores cuyo nexo en común es que utilizan a la figura de Edgar Allan Poe como personaje y eje principal, además de un esbozo biográfico del escritor de Baltimore a cargo de Thomas Ollive Mabbott (un crítico literario que en 1958 escribió un artículo sobre la relación entre Poe y Lovecraft, que reseñé en esta entrada). Entre los relatos, de autores tan relevantes como Vincent Starrett, Robert Bloch, Edmond Hamilton, Robert Barlow, Adolphe de Castro o Robert Lowndes, se incluyó La Hermandad Negra, un cuento de August Derleth de 1966, considerado una colaboración póstuma de Lovecraft, aunque en realidad no se basa en ningún esbozo previo de este autor, si no en uno de sus famosos poemas, Where Poe Once Walked (1936), que publiqué en esta entrada y que también se incluyó en esta antología. El relato de Derleth cuenta la historia de Arthur Phillips (Lovecraft, claramente), un erudito
y anticuario que vive recluido con su madre y sus tías en Providence.
El único atractivo de su vida, además de los libros, son los largos
paseos nocturnos que da por la ciudad y sus alrededores. En uno de esos
recorridos conoce a una mujer casi tan extraña como él, llamada Rose
Dexter. Juntos, Arthur y Rose se unen en un paseo nocturno, en donde conocen a
un hombre vestido con ropas del siglo XIX, quien les pregunta dónde
queda el cementerio donde Poe una vez caminó. Para no dejar dudas sobre la verdadera identidad del extraño, el hombre se hace llamar Señor Allan. En efecto, el señor Allan es Edgar Allan Poe, o bien una réplica
casi idéntica, ya que Arthur y Rose constantemente se encuentran con el
mismo sujeto, como si de hecho hubiese una invasión de múltiples Poe, cuya intención es sumir a Providence en una tormenta de locura.
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