En una de las novelas más conocidas y exitosas del conocido escritor estadounidense Dean Koontz (n. 1945), autor de docenas de obras de terror y de suspense con elementos sobrenaturales, titulada Fantasmas (Phantoms, 1983) y que fue llevada al cine en 1998 con el título de Phantoms, dirigida por Joe Chapelle e interpretada por Peter O'Toole, Rose McGowan, Liev Schreiber, Ben Affleck, y Joanna Going, aparecen ciertos elementos lovecraftianos. La novela, de 352 páginas en su primera edición estadounidense por Putnam´s Sons de Nueva York, narra la historia de Jenny Paige, una joven doctora, que regresa con su hermana adolescente Lisa,
a su lugar de trabajo y residencia, el pequeño pueblo de Snowfield, California, pero al llegar, descubren un
espectáculo macabro: Trescientos de los quinientos habitantes de
Snowfield han desaparecido, y el resto han sido asesinados y mutilados
en una masacre terrible. Aún más aterrador, es el hecho de que todo esto
parece haber ocurrido hace muy poco tiempo y de forma espontánea,
habiendo casas de familias desaparecidas con la cena caliente puesta en
la mesa. Snowfield está completamente muerto, incluso sin presencia de
mascotas o animales por los alrededores. El argumento, como decía, contiene influencias de Lovecraft, y además de un paisaje nevado y remoto que recuerda a la Antártida de En las montañas de la locura, encontramos a un personaje, un piloto de la Fuerza Aérea llamado capitán Arkham, y la entidad sobrenatural responsable de la matanza de Snowfield, una criatura amorfa y multiforme que recuerda mucho al ser de la película de John Carpenter, La Cosa. o a los shoggoths, creados por Lovecraft, aunque algunos han visto en su figura a la del dios Nyarlathotep, el Caos Reptante.
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