Casi resultaría legendaria la pasión de Lovecraft por los helados, si no fuera porque es algo que el propio escritor confesaba en sus cartas y sus principales biógrafos han señalado. Lovecraft sentía predilección por los dulces, como la mermelada, la jalea , los pasteles y tartas y el chocolate,pero si había un alimento rico en azúcar que le apasionara era el helado. Durante la década de 1920 e incluso de 1930, en la que pasó muchos apuros económicos, Lovecraft frecuentó las heladerías de gourmet, tanto en New York como en Providence, y se permitía el capricho de comprarse elaborados y ricos helados. En una carta a su amigo J. Vernon Shea de 10 de noviembre de 1931, decía lo siguiente: Pero más a menudo tomo helados, de los cuales mis sabores favoritos son vainilla y café, éste último difícil de conseguir fuera de Nueva Inglaterra, y el sabor que últimamente prefiero es fresa. En otra carta dirigida a Robert Howard, de 7 de noviembre de 1932, vuelve a reconocer sus gustos: Preferentemente vainilla y café,siendo éste un sabor popular en Nueva Inglaterra, aunque en gran parte desconocido en otros lugares.
EL HORROR CÓSMICO. Bienvenidos al blog dedicado a la obra del escritor Howard P. Lovecraft y a los Mitos de Cthulhu
domingo, 14 de junio de 2015
LOVECRAFT Y LOS HELADOS
Casi resultaría legendaria la pasión de Lovecraft por los helados, si no fuera porque es algo que el propio escritor confesaba en sus cartas y sus principales biógrafos han señalado. Lovecraft sentía predilección por los dulces, como la mermelada, la jalea , los pasteles y tartas y el chocolate,pero si había un alimento rico en azúcar que le apasionara era el helado. Durante la década de 1920 e incluso de 1930, en la que pasó muchos apuros económicos, Lovecraft frecuentó las heladerías de gourmet, tanto en New York como en Providence, y se permitía el capricho de comprarse elaborados y ricos helados. En una carta a su amigo J. Vernon Shea de 10 de noviembre de 1931, decía lo siguiente: Pero más a menudo tomo helados, de los cuales mis sabores favoritos son vainilla y café, éste último difícil de conseguir fuera de Nueva Inglaterra, y el sabor que últimamente prefiero es fresa. En otra carta dirigida a Robert Howard, de 7 de noviembre de 1932, vuelve a reconocer sus gustos: Preferentemente vainilla y café,siendo éste un sabor popular en Nueva Inglaterra, aunque en gran parte desconocido en otros lugares.
El cafe a mi me gusta, pero el de vainilla o fresa los encuentro aburridos.
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